Piña natural con Ron Cubano

Para mitigar estos calores veraniegos y alegrar un poco el espíritu os dejo esta bebida a base de zumo de piña natural recién batida y unas gotitas de ron (Guayabita del Pinar) que nos trajimos el año pasado de nuestro viaje a Cuba.

Por cierto… vamos a tener que hacer otro pronto para reponer el botellero 

 

Zumo de sandía

Que mejor manera de estrenar el verano que disfrutando de un zumo natural de sandía, muy refrescante y rico en licopeno, un carotenoide que abunda en el tomate y que es el encargado de dar el color rojo y actuar en nuestro organismo como un potente antioxidante.

Si os interesa el mundo de los zumos y licuados, os recomiendo que visitéis el blog de mi amiga Nihacc con el sugerente nombre de Frutos del Bosque. Se trata de una página con recetas crudiveganas y además dispone de un apartado especial dedicado a los zumos naturales.

El de sandía es tan sencillo como cortar media sandía en trozos, sin molestarse ni siquiera en quitarle las pepitas (pues aportarán ciertas propiedades positivas para la próstata), meter los trozos en el vaso de la batidora y licuar hasta obtener todo el zumo.

Tomar bien fresquito, yo he añadido además unas semillas de Chía de las cuales hablaré próximamente.

 

Dulce ensalada con bolitas de Garbanzos

Como el tiempo todavía no nos sonríe de todo vamos a equilibrar el menú de hoy con una rica ensalada frutal acompañada de unas croquetas de garbanzos al sésamo.

Espero que os guste el resultado (si pincháis sobre la foto la veréis en todo su esplendor).

Ingredientes para la ensalada (*ecológicos): dos lechugas – maíz dulce – una manzana italiana – dos rodajas de piña – una cebolleta fresca – aceite de oliva de primera presión en frío – vinagre de módena – una pizca de sal – semillas de amapola.

Ingredientes para las bolitas de garbanzos (*ecológicos): 150 grs. de garbanzos cocidos – zanahorias cocidas – un diente de ajo – cilantro – comino – perejil fresco – una pizca de sal – dos cucharadas de paté (he usado paté de shitake) – una cucharadita pequeña de maicena – un chorrito de aceite – semillas de sésamo.

Con las manos en la masa: Preparar la ensalada cortando la lechuga en juliana y las frutas en trocitos pequeños y añadir el resto de ingredientes, aliñar con la sal, el vinagre de módela y el aceite. Espolvorear por encima unas semillas de amapola y reservar.

Por otro lado, meter en la picadora los garbanzos, la zanahoria, el diente de ajo, el perejil, la sal y el resto de especias, triturar bien hasta conseguir un puré de garbanzos. Pasar a un bol y añadir las dos cucharadas de paté, mezclar bien y echar un chorrito de aceite, seguir revolviendo y añadir la cucharadita de maicena. Una vez está el conjunto bien mezclado dejar reposar un poco. En una sartén tostar ligeramente las semillas de sésamo, retirar. Vamos cogiendo una cucharadita de puré de garbanzos y hacemos las bolitas, rebozamos en el sésamo y colocamos sobre un papel antiadherente.

Finalmente servimos la ensalada y encima las bolitas de garbanzos.

Muffins de menta y limón con semillas de amapola

Esta mañana he traído de la huerta unas ramitas de menta recién cortadas que me han perfumado la cocina y he aprovechado además para que aromaticen unos muffins de limón con semillas de amapola. Una receta sencilla y como resultado un acompañamiento perfecto para una taza de té o un chocolate para los más golosos.

Ingredientes (ecológicos*):  dos tazas de harina semi-integral de trigo – 1 cucharadita de bicarbonato – una pizca de sal – media taza de mantequilla – ralladura de un limón (y para dar más sabor un poco de jugo de limón) – dos ó tres hojitas de menta – dos tercios de taza de azúcar de caña moreno – dos huevos de gallinas criadas en libertad – cuatro cucharadas de semillas de amapola – 1/2 taza de leche de soja (o de la que uséis habitualmente).

Con las manos en la masa: Precalentamos el horno a 190º. Mezclamos la harina, la sal y el bicarbonato. Por otro lado en un bol mezclamos la mantequilla, la ralladura del limón y el azúcar hasta que quede cremoso. En un vasito ponemos el zumo de medio limón y machacamos dentro dos o tres hojas de menta y el resultado lo añadimos a la mezcla anterior. Echamos un huevo y lo batimos bien, a continuación añadimos el otro y volvemos a batir, agregamos la leche y las semillas de amapola y seguimos batiendo. Por último tamizamos la harina y la vamos integrando poco a poco a la mezcla. Ponemos en los moldes de papel y metemos al horno durante 25 minutos.

Estrenando patatas nuevas

Cada vez disfrutamos más con los auténticos sabores de los productos de «nuestra huerta» (quiero decir… la de nuestros papis) y yo particularmente disfruto mucho cocinándolos. Cuando los tomamos por primera vez en la temporada me gusta cocinarlos de manera sencilla para poder apreciar toda la intensidad de su sabor y hoy hemos estrenado las primeras patatas.

Aún tienen un tamaño pequeño pero poder degustar unas patatas nuevas y de confianza tan pronto creo que es todo un lujo. Las he combinado con unos guisantes también recogidos estos días y unas cebolletas tiernas. Os presento el resultado final, un plato sencillo pero con mucho sabor.

Ingredientes (ecológicos*): una docena de patatas nuevas pequeñas – 200 grs. de guisantes – un manojo de cebolletas tiernas – un par de dientes de ajo – una guindilla (u dos para los atrevidos) – aceite de oliva virgen de primera presión en frío – un tomate natural – dos cucharadas abundantes de tomate en salsa – un vaso grande de agua – especias al gusto.

Con las manos en la masa: Pelamos las patatas, las cebolletas y los ajos, reservamos. Desgranamos los guisantes y reservamos. En una sartén ponemos un buen chorro de aceite de oliva virgen y cuando esté caliente echamos las cebolletas, los ajos y las guindillas. Cuando empiecen a estar dorados añadimos los chori-seitán en trozos, las patatas y revolvemos. Añadimos el tomate cortado en daditos y sofreimos, añadimos el vaso de agua, los guisantes y salamos. Cuando empiece a hervir añadimos el tomate en salsa y agregamos las especias. Dejamos cocinar a fuego lento hasta que las patatas estén en su punto. Servimos bien caliente y acompañamos con una copita de vino (ecológico ¡of course!)… a pesar de la sencillez del plato bien merece un buen brindis 😉

Por cierto, la editorial catalana Ecomundis publicó la primera guía de vinos y cavas ecológicos españoles «Vinum Nature». Esta guía ofrece:

• Una introducción didáctica de las virtudes y beneficios de la viti-vinicultura ecológica y de sus vinos.
• El pódium de los vinos ecológicos más galardonados y distinguidos dentro y fuera de nuestro país.
• Las valoraciones de todos los vinos ecológicos y la explicación de cuales son los que tienen una mejor relación calidad precio.
•Información sobre las bodegas que ofrecen visitas guiadas a sus viñedos e instalciones.
• En total hay información de 175 bodegas y 600 vinos y cavas. También hay explicaciones sobre variedades de uva, concursos y ferias entre otros.

El precio de la guía es de 24€ y se puede adquirir a través de la propia editorial: www.vinumnature.com

Pisum arvensis al allium

He recibido un tierno y sabroso regalo, mi padre me ha traido los primeros tirabeques de la cosecha, así que en este caso si que puedo decir eso de «directamente de la huerta a la mesa«. Mmm! estoy deseando probarlos, me encanta su sabor y para los que no los conozcáis os voy a hacer una pequeña descripción de esta tierna verdura.

“Los tirabeques (Pisum arvensis), también conocidos como bisaltos, son unas vainas de la misma familia y género que los guisantes, pero en lugar de ser cultivadas por sus semillas, son las propias vainas las que se consumen y sin desgranar, pero en su interior esconden unas semillas casi imperceptibles.

Su color es verde vivo y brillante, su textura es delicada y crujiente, deben recolectarse en su momento óptimo (abril-mayo) y consumirse lo antes posible para disfrutar de sus cualidades organolépticas. En cuanto a su sabor podríamos decir que es ligeramente  dulzón, muy agradable al paladar, además de muy fáciles de cocinar y de combinar con otros ingredientes.

El aspecto nutricional de los tirabeques es igualmente valorable, como el resto de la familia de las fabaceae, destaca por su aportación de proteínas vegetales, vitaminas B y C, minerales y fibra.”

Os voy a proponer una sencilla receta para cocinarlos, porque la verdad en este caso prefiero apreciar todo su sabor sin aliños ni cocciones demasiado agresivas que oculten o menoscaben sus propiedades. Creo que ya os habéis dado cuenta de lo mucho que me gustan ¿verdad? 😉

Ingredientes (ecológicos*): 1/2 kilo de tirabeques – dos o tres dientes de ajo – aceite de oliva virgen de primera presión en frío – sal – pimentón dulce – cuatro huevos de gallinas criadas en libertad – paté (al gusto) – dos cucharadas de tomate en salsa – pimienta negra – semillas de sésamo.

Con las manos en la masa: Pasamos por agua los tirabeques y le quitamos las puntas y los hilillos de los laterales. Ponemos una olla con agua al fuego y esperamos a que hierva. Mientras cocemos los cuatro huevos. Cuando rompa el agua a hervir, añadimos sal y echamos los tirabeques, bajamos un poquito el fuego y los dejamos cocinando unos diez minutos (a mí me gustan un poquito al dente). Cuando ya están los huevos cocidos, los retiramos, pelamos y separamos la yema de la clara. Desmenuzamos la yema en un platito y añadimos un par de cucharadas del paté que más nos guste. Salpimentamos y agregamos las dos cucharaditas de tomate en salsa. Con la ayuda de una cucharilla de café volvemos a rellenar los huevos con esta mezcla y espolvoreamos por encima las semillas de sésamo previamente tostadas. Por otro lado, en una sartén ponemos aceite y freimos los ajos, añadimos un poquito de pimentón dulce. Escurrimos los tirabeques y servimos en el plato bien calientes, por encima echamos el refrito de ajos y acompañamos con los huevos rellenos. Sencillo, rico y muy nutritivo.

Caldo de guisantes de la abuela Regina

Este caldito de guisantes me trae tantos recuerdos… se levantaba siempre muy temprano, nos preparaba un buen desayuno y enseguida se iba a la huerta a recoger los primeros guisantes de la temporada. Después se ponía a pelar las patatas y acercaba el puchero al fuego, en aquellas cocinas de leña que daban a la comida otro sabor. Un sabor especial, porque no se estaba pendiente del reloj, todo se iba haciendo lentamente y con mucho amor, vamos! lo contrario de hoy en día. Os aseguro que aquél caldito hecho por la abuela nos sabía a gloria, todos los ingredientes tenían tanto sabor y aroma que podría sanar cualquier mal.

Cuando hago este caldo de guisantes siempre me acuerdo de mi abuelita, e intento hacerlo con tanto mimo como ella.  Espero que,  desde el lugar que se merece, se sienta orgullosa de esta pequeña tradición familiar. GRACIAS abuela Regina!

Ingredientes (ecológicos*): una patata pequeña – una zanahoria – 200 grs. de guisantes – un puerro – dos dientes de ajo – sal – pimentón dulce – un par de cucharadas de aceite de girasol de primera presión en frío – una pizca de harina de trigo.

Con las manos en la masa: pelamos la patata y la zanahoria. Lavamos el puerro y troceamos todo en pequeños cuadrados. En una olla echamos todos estos ingredientes y agua suficiente para cubrirlos, llevamos a hervir pero con fuego moderado (recordad… sin prisas!) y mientras desgranamos los guisantes. En los últimos diez minutos cuando la zanahoria y la patata ya están casi hechos añadimos los guisantes y salamos. En una sartén hacemos un refrito en el aceite con los ajos y el pimentón y añadimos una pizca de harina, revolvemos bien con una cuchara de madera y agregamos al caldo de guisantes. Probamos de nuevo la sal, rectificando si hace falta y dejamos cocinar otros diez minutos. Apagamos el fuego y tomamos calentito.

Los guisantes nos aportan:

• Vitaminas: mucha vitamina A.
• Minerales: Potasio, Fósforo , Calcio, Sodio, Hierro.
• Otros: Nianina, Acido ascórbico, Tianina, Riboflavina.

Entre sus beneficios y propiedades:

• Indicado para diabéticos,
• Esfuerzos físicos, cansancio y debilidad.
• Ayuda a eliminar el colesterol.
• Tranquilizante, bueno para el sistema nervioso, el estado de ánimo, para el sueño.
• Para los estados de inapetencia.

Risotto de trigueros con shitake

El espárrago tiene un 90% de agua, es bajo en calorías y Fibra (transito intestinal). Por lo que es aconsejable para las dietas de adelgazamiento.

* Vitaminas:  A (vista, uñas, pelo) y C (dientes, huesos) y en menor cantidad B1, B2, B6, E.
* Minerales:  Potasio, Fósforo, Calcio, Magnesio.
* Otros: Realmente es una fuente de folato, provee una cantidad considerable de los antioxidantes.

Propiedades y beneficios:

Hace mucho tiempo fue cultivado con propósitos medicinales como un remedio natural para limpiar la sangre y con propiedades diuréticas, por su gran cantidad de Potasio. Es ideal para la retención de líquidos.

Es bueno para el sistema nervioso y fortalece la mente (vitaminas B).

Y ahora que conocemos un poquito mejor los beneficios que los espárragos aportan a nuestro organismo os voy a poner una receta que hice para apreciar en todo su explendor unos ricos espárragos ecológicos que nos venían en la cesta de la compra de Labregos Daiquí de esta semana, espero que os guste.

Ingredientes (ecológicos*): 2 tazas de arroz redondo – 5 ó 6 tazas de agua caliente – 8 espárragos trigueros – 1 cebolleta fresca – 4 cucharadas de aceite de oliva virgen – 1 pastilla de caldo vegetal – pimienta negra recién molida – sal – queso parmesado al gusto – 6 setas shitake bien grandotas.

Con las manos en la masa: En una sartén ponemos el aceite, mientras se calienta picamos finamente la cebolleta. Cuando el aceite esté bien caliente rehogamos la cebolleta hasta que esté transparente. Añadimos el arroz previamente lavado y le damos unas vueltas para que se impregne del sofrito.

En una medida de agua diluimos la pastilla de caldo y la echamos al arroz. Removemos y espramos a que se haya absorbido. Y vamos añadiento el resto del agua poco a poco según la vaya absorbiendo el arroz y removiendo bien el arroz, salamos ligeramente y añadimos los espárragos a trozos.

Una vez esté el grano de arroz a nuestro gusto y con bastante caldito todavía apagamos el fuego. Servimos un buen plato de arroz echando por encima parmesano al gusto y agregando unas shitakes a la plancha.

ωωωω

Seitán con ciruelas pasas y almendras

Hoy os voy a presentar un maridaje poco común entre mis recetas, la unión de dulce y salado en el mismo plato. Se trata de seitán con ciruelas pasas, almendras tostadas y puré con una salsa de verduras y Shoyu.

El sabor en su conjunto nos resultó muy equilibrado y sabroso,  así que os lo recomiendo, nosotros… seguramente la repetiremos.

Ingredientes (ecológicos*): medio pimiento verde – una cebolleta tierna – dos zanahorias pequeñas – media pastilla de caldo vegetal – agua – seis filetes de seitán gorditos – dos patatas grandes – una nuez de mantequilla – sal – aceite de oliva vírgen – una pizca de pimienta blanca – un chorrito de salsa Shoyu – un puñadito de almendras tostadas – 6 u 8 ciruelas pasas.

Con las manos en la masa: Pelamos las patatas, las lavamos y picamos en trozos rasgando con el cuchillo, las metemos en una  olla con agua y la ponemos a hervir. Hidratamos las ciruelas con agua en un cuenquito durante media hora. Ponemos a tostar las almendras y reservamos. En un cazo con agua ponemos las verduras: pimiento, cebolleta y zanahorias previamente lavadas y picadas en pequeños trozos. Cuando rompa el agua a hervir echamos la media pastilla de caldo vegetal. Por otro lado cortamos el seitán en filetes de un centímetro de grosor más o menos y bañamos con la salsa Shoyu. Cuando las verduras ya están bien cocidas batimos con todo el agua para que quede un caldito tipo consomé y reservamos. Ponemos en una sartén con un chorrito de aceite el setán a pasar, cuando ya está hecho por los dos lados agregamos el caldito de las verduras y la salsa Shoyu que quedó de haber macerado el seitán en ella. Bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocinar unos minutos añadiendo a la cocción las ciruelas. Por otro lado escurrimos y batimos las patatas para hacer el puré, al que añadiremos una nuez de mantequilla, una poquita pimienta blanca y un poco de leche. Batimos bien hasta conseguir un puré suave y finalmente emplatamos. Sirviendo el seitán por un lado con las ciruelas y las almendras tostadas y al lado el puré con el caldo de verduras por encima y espolvoreando con perejil fresco.

Ensaimada vegetariana de primer plato

Hace unos días me encontré con una receta muy peculiar de la empanada gallega, se trataba de una empanada en espiral (sacada del blog de Kanela y Limón) . Me inspiró tanto que me puse manos a la obra para convertirla en una espiral vegetariana que rebautizamos con el nombre de «Ensaimada vegetariana«.

Os enseño como queda al cortarla y a continuación os pongo la receta.

Ingredientes (ecológicos*) para el relleno: seitán picado – una cebolleta – dos dientes de ajo – un par de guindillas (opcional) – aceite de oliva virgen – pimiento rojo – pimentón dulce – semillas de sésamo.

Ingrediente (ecológicos*) para la masa: 500 grs de harina de trigo – 200 ml. de agua – 9 grs. de levadura seca – una cucharadita de sal – media cucharadita de azúcar.

Con las manos en la masa: Ponemos una sartén al fuego con un buen chorro de aceite de oliva virgen de primera presión en frío, en la picadora picamos el seitán, la cebolleta, el pimiento, el ajo y las guindillas. Lo ponemos en la sartén a pochar, a continuación añadimos la sal y el pimentón dulce. Removemos bien para integrar los sabores y dejamos un par de minutos más. Apagamos el fuego y dejamos enfriar el sofrito o farsa con el que rellenaremos la ensaimada.

Por otra parte colocamos en la panificadora los ingredientes, primero los líquidos y después los sólidos. Echamos 250 ml. de agua, unas gotitas de aceite, una cucharadita de sal, media o menos de azúcar moreno, los 500 grs de harina de trigo y por último 9 grs. de levadura seca. Ponemos en un programa para amasado y levedado. Cuando haya acabado ya podemos usar la masa que estiraremos con un rodillo para posteriormente cortar en tiras de 6 cms. de ancho aproximadamente. En el medio echamos una tira de relleno o bien ayudándonos con una cucharilla pequeña o previamente echando el sofrito en una manga pastelera. Se van cerrando bien las tiras por los bordes para que no se escape nada del relleno y se va haciendo como una caracola que depositaremos en un recipiente redondo previamente untado y enharinado. Seguimos haciendo tiras con relleno de la misma manera y las vamos colocando siguiendo la caracola inicial.

Para finalizar barnizamos la ensaimada con un huevo batido y espolvoreamos con una semillas de sésamo. Ponemos el horno a precalentar a 200º e introducimos al horno hasta que esté completamente dorada. Se puede tomar fría o caliente, personalmente me gustó más recién hecha, bien calentita y acompañada de una ensalada verde.